En la Casa Úslar Pietri dicté durante un año un taller de novela para un grupo avanzado de alumnos. En este post rescato unas notas sobre productividad del escritor que llevé a una de las sesiones y me parecen buenas a tener en cuenta siempre. Este listado está en proceso de revisión para aumentarlo o mejorarlo. ¿Qué haces tú para aumentar la productividad de tu obra?
1. Mantener una disciplina de escritura diaria.
Hay que lograr alcanzar un nivel de productividad que llamo de “crucero”, es decir, lo mínimo que sabemos podemos producir a diario bajo cualquier circunstancia. Es lo que se logra al establecer un hábito de escritura.
2. Ponte una fecha límite para terminar el primer borrador.
Si tienes el compromiso con una editorial o el cierre de entrega para un concurso, aún mejor.
3. Dale un motivo trascendente a tu proyecto.
Además del gusto personal por la escritura o por el tema que desarrollas en tu novela sugiero unir su producción a un deseo que te toque las entrañas. Dedícaselo a alguien especial, tómalo como una promesa a algún ente espiritual de tu preferencia, conviértelo en un reto personal… Si el deseo es por un hecho doloroso aún más productivo será la escritura de tu historia.
4. Combina jornadas de zoom in por jornadas de zoom out.
Todo el tiempo que dediques a planificar tu escritura redundará en menos tiempo de revisión y corrección de tu manuscrito y sobre todo evitará caer en baches por no saber cómo avanzar en tu historia. Combina la escritura de escenas con la resolución de los hitos de la estructura de tu novela.
5. Escribe un boceto de final.
Tener el final de tu historia claro te facilitará la redacción de los capítulos precedentes. Este texto servirá como un faro que te guie, cuando llegues a la playa, es decir cuando tengas el primer borrador de tu novela podrás afinar o cambiar el final.
6. Escribe lo que te dé más nota cada día.
No tienes por qué escribir de forma ordenada tu novela. Una vez establecido un esquema preliminar para tu historia puedes dedicar cada jornada a la parte del texto que más te motive ese día.
Es lo que llamo la técnica cañamazo: ese telar que tiene una figura pintada y que se va rellenando con estambres de colores uno a la vez. La figura total de tu novela es la estructura y cada estambre es un avance de escritura diario que realices.
7. Escribe por capas.
Si lo deseas no tienes que escribir tus avances de la forma como quieres que se lean al final una vez pulido el borrador. Una técnica es comenzar con un resumen general de tu historia o vista panorámica que no incluya descripciones detalladas ni escenificación. Luego puedes resolver las transiciones entre capítulos. Finalmente puedes detenerte al desarrollo de cada escena, pintar el texto con descripciones detalladas e incluir sub historias que le aporten profundidad al texto.
8. Ponle “pegamento” a la silla.
Los escritores somos expertos en procrastinar o posponer la escritura. No hay mejor consejo que te puedan dar para aumentar tu productividad que aumentar el tiempo en que tu “cul…” se mantiene pegado a la silla de tu escritorio.
Hay varias aplicaciones que te ayudan a cronometrar el tiempo que le dedicas a escribir sin detenerte.
9. Cierra las puertas y ventanas virtuales.
Mientras escribes cierra las páginas de acceso a las redes sociales y apaga el celular o el sonido de los avisos de anuncios de novedades.
Puedes usar aplicaciones para aumentar tu concentración.
Por ejemplo:
10. Escucha música que te inspire para escribir.
No recomiendo acompañarte por la televisión o la radio a la hora de escribir pues detendrás la escritura cada vez que algo te llame la atención en la programación. Más bien utiliza música que te inspire y mantenga el ánimo elevado.
Además de música se ha comprobado que utilizar sonidos que simulen las cafeterías aumenta la concentración a la hora de escribir.
11. Lleva siempre contigo una libreta de notas.
En los momentos menos pensados vendrán a tu mente ideas que te ayudarán a resolver situaciones pendientes en la construcción de tu historia. Teniendo una libreta a mano podrás atesorar esos susurros de tu intuición.
12. Ten citas productivas.
Puedes cuadrar con algún amigo escritor para reunirse a escribir juntos durante un par de horas semanales. Luego de pasar un momento para ponerse al día con los cuentos personales ambos pueden dedicarse a escribir sin interrumpirse.
13. Planifica jornadas intensivas.
Aparte de tus espacios de escritura diarios puedes planificar algún día –domingo, fines de semana largo,…- en los que te dediques más horas seguidas a un proyecto en particular.
Cuando estés cerrando la redacción del boceto inicial de un proyecto largo es recomendable pasar una semana en algún lugar que no sea tu casa –hotel, crucero,…- donde te puedas sumergir sin interrupciones en el trabajo de culminación de tu texto.
14. Aplica el “Tao” a los procesos de tu vida: simplifícate.
Determina en que usas tu tiempo aparte de escribir y simplifica tus procesos para poder dedicarte más a lo que deseas.
Por ejemplo: si vas cada día al automercado cambia a hacerlo una vez por semana; si ves muchos programas de televisión comienza a decidir cuáles efectivamente te nutren creativamente y cuales puedes evitar por ser sólo consumo de basura.
Otra forma de simplificar tus procesos en mantener tus espacios ordenados –físicos y virtuales-. Esto te permite encontrar los datos que buscas de manera más rápida y reduce el tiempo en ordenar nuevamente para empezar a escribir.